viernes, 27 de septiembre de 2013

Vida, pasión, cierre y reapertura de los talleres ferroviarios de Tafí Viejo

Viernes 27 de Septiembre de 2013.

Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar


Alguna vez llegaron ser las mejores instalaciones ferroviarias para reparaciones de ese rubro en Sudamérica. Se idearon en los 90 del siglo XIX. Comenzaron a construirse en 1902 y se habilitaron formalmente en 1912. Se cerraron en 1971 y se reabrieron varias veces. La última data de 1994.

OTRA VISTA. Los talleres ferroviarios taficeños presentan hoy un aspecto diferente. LA GACETA / FOTOS DE HECTOR PERALTA - FRANCO VERA - ARCHIVO.


El poeta, artista gráfico, fotógrafo, muralista y activista político estadounidense, Carlos Cortez (1923-2005), solía pregonar que "el objetivo se alcanza convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso".  El artista político, altamente influyente, hijo de padre indio-mexicano y madre alemana, también divulgaba que "el éxito de la vida no está en vencer siempre, sino en no desanimarse nunca". Esto último es de autoría anónima. Pero, quizás, apelaba a estos pensamientos porque decían que él era más conocido por sus grabados -en madera y linóleo activo- que por su militancia -durante seis décadas- en la organización Trabajadores Industriales del Mundo (IWW, según sus siglas en inglés).

Los avatares

Además, ambos conceptos definen con elocuencia y realismo, el nacimiento, la trayectoria, las desactivaciones, las reaperturas y el presente de los trascendentes talleres ferroviarios taficeños.

A PLENO. Los talleres y la playa de la estación en la década de los 70.


A comienzos de la década del 60 ese centro fabril, que ocupa un predio de 22 hectáreas con 100.000 metros cuadrados cubiertos y contiguo a la estación homónima del troncal C del Ferrocarril Central Norte, fue considerado como el mejor taller ferroviario de Sudamérica. Incluso, según la historial documental, unas 5.663 personas llegaron a trabajar entre 1950 y 1953.

"En la actualidad la planta permanente la conforman 109 personas", indicó el ingeniero Malsenido, reincorporado en 1994.

UNA OBRA DE ARTE EN MADERA El coche salón comedor similar al Capillense, con detalles sensancionales. Cada mesa contaba con una lámpara individual.


"La lucha y el esfuerzo es constante para mantener abierto y también crecer en ese ámbito", afirmó el actual titular de la factoría ferroviaria, el ingeniero industrial Oscar Guzmán. Pero eso es historia reciente. Porque la trayectoria de los talleres ferroviaria es extensa y centenaria. Los orígenes de esta obra grandiosa, que ejecutó la empresa Luis Stremiz y Cía -que era de origen italiano y no alemán como usualmente se cree-, se remonta a la Ley 4064, de 1902. "Si bien es cierto la construcción no está explícitamente contemplada en ella, en algún lugar de conveniencia de los Pliegos de Condiciones de la licitación del Ferrocarril Central Norte prolongación a Bolivia -según las Memorias del Ministerio de Obras Pública de la Nación, de julio de 1901 a octubre de 1904-, se estableció que formaba parte del contrato la construcción de los talleres necesarios para esos ferrocarriles. Estos se construirían en las inmediaciones de Tafí Viejo (Tucumán) o en otro punto que designaría el Ministerio", consigna un trabajo de investigación de María Beatriz Blanco, de la Facultad de Ciencias Económicas, de la UNT presentado en la XXI Jornada de Historia Económica de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Buenos Aires).

El 5 de mayo de 1904, el contrato parcial, establecida la cantidad de 931.243,38 pesos moneda nacional oro para la construcción de los talleres taficeños.

COCHES DE CLASE ÚNICA Se utilizaban para las formaciones diarias entre Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán. Incluso llegaron a operar 20 servicio por día.


"Con el advenimiento de la fábrica ferroviaria -recién a fines de 1912 comenzó a funcionar normalmente con el ingeniero Elías Thomas, como primer jefe de esa dependencia-, llegaron a Tafí Viejo una gran cantidad de inmigrantes. Ellos construyeron sus casas un poco emulando a las que habitaron en sus países de origen. A a raíz de ello el casco original en torno a la fábrica, hacia el lado céntrico, presentaba ese aire de villa europea", comentó Ernesto Juárez Romano, un ex taficeño, de 91 años, hoy radicado en Campo Santo, Salta.

Progreso y capacitación

El continuo crecimiento del ferrocarril en la primera mitad del siglo pasado, hizo necesaria una gran ampliación en los talleres taficeños. Así llegaron a tener unos 100.00 metros cuadrados de superficie cubierta, de las 22 hectáreas de su predio que cruzan 26.000 metros de vías.



También la mano de obra fue adquiriendo alta especialización a través de la Escuela de Artes y Oficios, que se fundó en 1927, que le permitió concretar verdaderos alardes técnicos. Entre ellos no sólo construyeron el "tren presidencial" sino también series de coches de pasajeros de distintos tipos , de madera o metálicos, además de los aires acondicionado para "El Capillense".


ENTRE ANDENES Y DURMIENTES

- CARGUEROS.- El actual jefe de los talleres de Tafí Viejo, reveló que hasta hace poco tiempo sólo una formación de carga semanal interrumpía la monotonía de la estación taficeña. "Hoy dos cargueros, uno a la mañana (foto de la izquierda), y otro, por la tarde, la atraviesan. Aunque estamos aún lejos, de a poco vamos recuperando el perfil de ciudad ferroviaria", subrayó exhultante el ingeniero Oscar Guzmán.

PATIO. La vaporera que paseó a los K, un furgón de cola y el museo.


- ENFERMO CRONICO.- En 1910 el ferrocarril Central Norte era un enfermo crónico que comenzaba a recuperarse, según el ingeniero Ramallo, que había visitado Tucumán. Y parte de la enfermedad se debía a la insuficiencia de talleres para atender la reparación del material rodante.

- VAGONES DE CARGAS.- Hasta 2015 sólo se repararán en Taí Viejo vagones de cargas, en la nave principal (foto de la izquierda). Este año estiman terminar entre 300 y 400 vagones, por lo general cerealeros con tolveras laterales. Y en los próximos dos años debemos superar los 800. El objetivo es transportar 970.000 toneladas de carga por año y en el 2020 alcanzar los 10 millones de toneladas.

A PLENO. Los talleres y la playa de la estación en la década de los 70.


- LOS TRABAJOS.- En 1904 comenzó el traslado de los talleres y maquinas que los Ferrocarriles del Estado poseía donde actualmente se emplaza la estación Central Córdoba. Entre los útiles que se trasladan figuran un bastidor y las plantillas de los que serian los futuros coches del Tren Presidencial.

- NORMALIZACION.- A mediados de 1911, y a pesar que la mayor parte de los talleres aún funcionaban en su predio original, en el predio del Central Córdoba, en Tafí Viejo se atendía en forma parcial las necesidades del servicio. La primera producción mensual abarcó hasta cuatro locomotoras reparadas. La radicación definitiva en Tafí, fue en 1910, y normalizada a partir de 1912.

http://www.lagaceta.com.ar/nota/561745/sociedad/vida-pasion-cierre-reapertura-talleres-ferroviarios-tafi-viejo.html

viernes, 20 de septiembre de 2013

Tafí Viejo aún es sinónimo de tren

Viernes 20 de Septiembre de 2013.

Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar

La estación -de 1895- y los talleres ocupan un amplio predio entre las avenidas Independencia y Sáenz Peña.

EN ACCION. El Cinta de Plata y el Panamericano paraban media hora y se cruzaban con los cargueros. FOTO GENTILEZA ADRIAN TRAPANI.


"A fines de la década del 30 y alrededor de las nueve, todos íbamos a la estación. Imagínate, yo tenía apenas 17 años. ¡Qué época maravillosa! Los domingos, a las 21, llegaba 'El Salteño', como algunos lo llamaban. En realidad. era el 'Panamericano'. Salía de Retiro y llegaba hasta Jujuy. Después comenzó a combinar con Bolivia", solía recordar "El Toto" Cruz Héctor Rafael Romero, que un atardecer de agosto de hace tres años hizo su último viaje en el tren de la otra vida, rumbo a la parada de Dios.

Con banda de música

"En la estación -contaba Romero-, la banda de música que dirigía don Miguel Xamena recibía a la formación del servicio internacional de los ferrocarriles argentinos. Los pasajeros que venían dormidos se sobresaltaban con los acordes de la banda taficeña".

LOS TALLERES. A 100 metros de la estación están las dependencias centrales de la factoría ferroviaria taficeña.


En 1940, evocan los memoriosos de Tafí Viejo, la avenida Alem aún era de tierra. Si bien bastante compactada, pero sin asfalto ni pavimento y con un cantero central ancho. La gente se paseaba hasta la 9 de julio y daba vueltas al cantero en lo que por entonces le decían "la vuelta del perro".

Media hora Tito Agüero, ex trabajador de los talleres, puso énfasis en que "Tafí Viejo florecía con el tren. El pasajero paraba media hora y algunos bajaban a comprar empanadas, empanadillas, pan, fiambre y queso. También algo para beber. La estación era un punto de encuentro y de mucha actividad ".

El revistero

El tren era el contacto con la capital, las provincias y el país. Al respecto, "El Toto" Romero solía describir que "en el furgón venía un gordo que vendía las revistas, Para Ti, Caras y Caretas, El Mundo, Purrete, El Tony y algunos diarios de Buenos Aires. La verdad que hacía capote. Vendía una barbaridad. Yo le encargaba para mi madre Damas y Damitas y para mi le pedía Mandrake el Mago y Salgari, que eran mis favoritos".

Bastión ferroviario

Tafí Viejo era un bastión ferroviario. Y aún lo sigue siendo. No sólo por los talleres; también por su estación -es una de las pocas del troncal CC que carece de frente hacia la calle-. Entre ambas instalaciones ocupan un predio inmenso, delimitado por los pasos a nivel de las calles Rivadavia, al norte y de la avenida Roca, al sur. El límite oeste es la avenida Sáenz Peña y el este, la Independencia.

DESOLADA. Los andenes y las vías están vacíos. Sólo algún convoy de carga quiebra la monotonía del lugar. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA.


En la parada ferrocarrilera se observan dos andenes, siete vías, la base de un galpón demolido y una pasarela que atraviesa de este a oeste y viceversa; desde Independencia a Sáenz Peña. Dos vagones de cola sobre el tercer raíl son vestigios imposibles de obviar de un tiempo de vapores, traqueteos, despedidas, manos y pañuelos que se agitaban; de promesas y juramentos; de retornos, despedidas y reencuentros.

Años de sirena

Eran años de esperanzas y progresos. Épocas de despertares con el sonido de una sirena de bronce de casi dos metros de altura y 300 kg. de peso, cuyos estertores convocaban a los trabajadores de los gigantescos talleres a las 5, 5.20 y 5.30 de la mañana. Por entonces los trenes iban y volvían por Tafí Viejo, como los pasajeros, las cargas, los mensajes, los días, los meses y las paradas. Unían pueblos, regiones y ciudades de sur a norte de ida y vuelta. Y viajar, ya sea a corta, a media o larga distancia era más que un placer. En Tafí Viejo el tren es como el agua, la luz o el amor. No se puede vivir sin ellos. Aunque sea en la memoria de su gente.

DE LA MEMORIA FERROVIARIA

- FURGON DE COLA.- Dos vagones de este tipo se encuentran en la amplia playa de maniobras. Ambos se resisten al olvido y contagian optimismo entre tanta ausencia de vapores, fierros, silbatos, campanas y sirenas.

1971. El Panamericano en la vía principal y el tren de palo en la auxiliar. FOTO GENTILEZA ANGEL AGUILAR.


- CEREMONIA.- "La partida de un tren atrapaba a grandes y chicos. Primero sonaba la campana para indicar que había que ascender. Después venía el primer silbato del jefe de la formación. La úlltima campanada y el último silbato hasta que aparecía la bandera verde. El primer estertor de la vaporera desperezándose y los retrasados que corrían para subirse a los coches. El resto es historia conocida", detalló con un dejo de nostalgia, Carlos Coronel di Fazio.

- ENERGIA ELECTRICA.- La luz de las calles, cuentan los difusores de la historia oral taficeña, era provista por la usina de los talleres ferroviarios. Amarillenta, alumbraba con focos que se colocaban en las esquinas y a mitad de cuadra. A las doce de la noche -las 24 o la cero hora- se apagaban y todos debían irse a dormir. Si los agarraba el apagón andaban a los tropezones con las raíces de los tarcos y los siempre verdes. Hasta mediados del siglo pasado, en Tafi Viejo dormían con la puerta sin llave y hasta, a veces abierta.

- MADRUGADORES.- La gente se levantaba a las cinco de la mañana porque los talleres no paraban y trabajaban en doble turno. La boletería de la estación abría a las 5.15 y el primer tren hacia la ciudad partía a las 6.45.

http://www.lagaceta.com.ar/nota/560820/sociedad/tafi-viejo-aun-sinonimo-tren.html


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El silencio ya no puede disimular la desolación de la estación ferroviaria

El silencio es salud pero la desolación es mala compañía. El km 813 donde se erigió la estación taficeña hoy luce diferente. La ceremonia de arribo y de partida de un tren se extraña. El día frío y gris invita a la nostalgia. Parado en el andén sin techo, don Manuel Gambini suspira y cierra los ojos. Se imagina otro ámbito. Miles de mamelucos azules invadiendo el predio. Estudiantes con sus libros y portafolios en dicharacheros grupos. Una larga cola sobre una de las dos ventanillas de venta de pasajes y otra corta. Pero la brisa helada de la mañana lo interrumpe. "Ni un perro cruza por las vías", comenta el hombre.

CAMBIOS. Las palancas para cambiar las señales, la pasarela y el cielo a punto de llorar, en plena parada.


Apeadero

"Aquí primero fue apeadero. Después se construyó la estación. El troncal C que se extendía con rumbo al norte, hacia Salta y Jujuy fue prolongada desde Tucumán hasta Vipos el 1º de abril de 1885. El empalme Centenario-estación Muñecas se habilitó el 21 de diciembre de 1896. Es decir que el Apeadero era de esa época y la estación antes de que se construyeran los talleres. En junio de 1886 se habilitó la sección de Ruiz de los LLanos a Juramento; sin embargo, el tramo intermedio entre Vipos y Ruiz de los Llanos se libró al servicio recién en marzo de 1888, debido a las dificultades del terreno", explicó el ex ferroviario Ricardo "Pajita" Brunetti.La sala de espera, describió Carlos Coronel Di Fazio (63 años) "estaba donde figura la placa que indica el km 813 -contado desde el km 0 en Santa Fe- y las palancas para cambiar las señales de vía libre a la entrada y salida de la estación".

OTROS TIEMPOS. Todavía funcionaban los convoy de pasajeros. La parada taficeña al final de los 70.


"Hasta la década del 60 había una construcción embudo, a la salida de la estación sobre la Sáenz Peña donde vendían el trombón -vaso de vino, preferentemente tinto- que muchos consumían con un picante, antes de subir al tren", agregó Coronel Di Fazio.

"La gente -añadió- también esperaba en el bar 103 en la esquina de Alem, donde había billares y también se instalaron las primeras máquinas con flipper de Tafí Viejo. Al frente de la estación funcionaba el quiosco de milanesas de los Barreiro y para el lado de la villa Obrera, a la izquierda de la curva, cruzando la pasarela, se hacían los bailes de carnaval al más puro estilo de los que hoy se hacen en Ranchillos". Ariel Alejandro Romano Espinoza, evocó al "Calavera". "Era un tren de palo que salía a las 4 y 5 de la mañana desde El Bajo a Tafí Viejo. El maquinista iba lento desde la estación Tucumán Norte hasta la esquina norte, para que pudieran ascender los trasnochados taficeños que iban a bailar al Parque Bar, en el parque 9 de Julio, o se quedaban para beber unas copas".

http://www.lagaceta.com.ar/nota/560817/sociedad/silencio-ya-no-puede-disimular-desolacion-estacion-ferroviaria.html

viernes, 6 de septiembre de 2013

Módulos habitacionales y casas camuflan la tapiada estación de Río Chico

Martes 28 de Marzo de 2014.

Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar

La parada ferroviaria del ramal CC-12 -de la cual empalmaba el subramal hacia Santa Ana-, se creó en julio de 1888. Recibió trenes de pasajeros hasta 1979 y en 1984 dejaron de circular los cargueros. En 1993 fue clausurada y hoy es una residencia familiar. El paisaje urbano del lugar es desolador.

DESCUIDADA. El tanque de agua pegado a una vivienda, la vía obstruida por una caja de camioneta y el andén. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.


Alguna vez escucharon decir que "es difícil para un rico entrar al reino de los cielos, pero que es fácil para un pobre entrar al reino celestial". Y la realidad del predio donde se encuentra la vieja estación ferroviaria de Río Chico se asemeja a este concepto surgido de la prédica religiosa.



Hace 125 años 

Después de recorrer 91km hacia el sur, por la ruta nacional 38, y girar más de cuatro cuadras hacia el oeste, por Belgrano -la calle de los negocios de ropa-, se desemboca en la parada ferrocarrilera. Luego de atravesar un precario paso a nivel -o lo que queda de él- se arriba a la San Martín. En esa franja, que conforman la arteria del Libertador de América y su paralela, al este, funcionó desde el 25 de julio de 1888 la estación Río Chico. En esa fecha fue liberado al servicio público el tramo La Madrid-Río Chico, que previamente atravesaba por Graneros y Naranjo Esquina (Alberdi).

Casi cuatro décadas sin trenes.


El predio ferroviario, localizado en el km 53 del ramal CC-12, abarca unos 300 metros de largo por 80 m de ancho. Pero hoy sólo queda un tramo de la vía principal y los otros tres raíles que había en la playa de maniobras fueron reemplazados por casas o asentamientos. El edificio para viajeros se transformó en vivienda de la familia de Alfredo Córdoba. Además fue tapiado en todo su perímetro -incluido el sector de la galería que cubre esa parte del andén- para evitar la depredación.

La calle de los negocios de ropa.


El pueblo se encuentra en el ala oeste de la jurisdicción comunal de Santa Ana, de 27.000 hectáreas, que limita al norte con el río homónimo a la estación; el arroyo Matazambi, al sur; la ruta 38 al este y la zona de montañas al oeste, lindantes con la provincia de Catamarca.

Lindo y divertido 

"Acá era lindo, pujante y divertido cuando andaba el tren", dijo Edmundo Antonio Uñate a LA GACETA. A los 88 años, el hombre vive solo, cuidado por dos empleadas, en una vivienda al frente de la estación.



Don Uñate, que en épocas pasadas era propietario de un auto de alquiler que se sumaba a la parada de enfrente de su casa, junto a dos ómnibus, recordó que "cuatro oficinas grandes incluía la estación. En la parte del andén con techo cubierto estaba la boletería con dos bancos para sentarse a esperar los trenes. Estaba la estafeta, los depósitos y el galpón que hoy funciona como comedor. Había mucha actividad no sólo por los pasajeros sino también porque desde aquí se derivaba la caña, se cargaba la leña, la papa y las hortalizas que llevaban los cargueros a otras provincias y a los ingenios de la zona, como el Santa Bárbara, el Aguilares y en especial Santa Ana. El ingenio tenía sus propios vagones y hasta era propietario de dos locomotoras. Una de ellas era la María Luisa, una chorbita".

ALA NORTE. Una pared de 15 cm cubre el perímetro del edificio de viajeros convertido en vivienda familiar.


"Sería fabuloso que reactiven el ferrocarril. Río Chico era otra cosa cuando El Flecha iba y volvía a La Madrid. Después anduvieron los coches motores. Y cada vez que iba a Buenos Aires debía combinar en La Madrid, al igual que cuando regresaba", contó la docente Andrea Lobo, de 73 años.

Hermanos 

Casi al fondo de la San Martín, para el lado de la estación residen los hermanos Segundo Firmo Reynozo (sic) y Favio DanteReynoso.

Las vías se esfuman del lugar.


"Por aquí vivían muchos ferroviarios que trabajaron en la estación, pero la mayoría ya falleció y otros se marcharon. Acá había mucha leña y también se traía la leche para las colonias y el ingenio Santa Ana en tachos de aluminio", explicó Segundo, de 78 años y que afirma que su apellido es con zeta y no con ese.

LA GALERÍA. Bajo ese techo funcionaban la boletería y las oficinas.


Pero su hermano Favio, que solía lustrar en la estación explicó "la gente se llevó todo de aquí. Depredaron la estación. No obstante ello el ferrocarril sigue siendo el mejor transporte del mundo. Acá hasta 1979 el tren daba vida a mucha gente. Vendían empanadas, empanadillas y masitas. Esto último fabricaba y comercializaba don Burgos, que después se fue a vivir a Buenos Aires. Asimismo existían dos confiterías grandes en esta calle. Para beber, comer algo y jugar al pool, mientras aguardaban el tren".


DESDE EL ANDÉN RIOCHIQUENSE

- RECUERDOS.- "Al principio sulkys y jardineras eran como los taxis en la estación de Río Chico. Después vinieron los ómnibus de los Bestani y los autos de alquiler. Cuando dejó de andar el tren de pasajeros comenzamos a cambiar. Y, en los 90, se fueron muchos al clausurarse la estación", dijo don Edmundo Uñate (foto izquierda).

DISTINTO. El depósito es hoy comedor y al fondo, la pared y la estación.


- EL PROVINCIAL.- El Ferrocarril Noroeste Argentino construyó el ramal CC-12 entre San Miguel de Tucumán con La Madrid. La sección Río Chico-Monteros se inauguró el 16/5/1889; Monteros-S.M. de Tucumán el 20/9/1889. El 28 de setiembre de 1889 ingresó el primer tren la estación Tucumán Noroeste o El Provincial o Tucumán P, de bulevar Roca al 600.

- SUBRAMALES.- De la línea del sur o popularmente "el provincial" (su recorrido no salía de la provincia) dependendían los ramales: CC-13 Famailla-Río Colorado, 12 km (30/10/1926); CC-14 Villa Alberdi-La Cocha, 24 km (21/11/1910) luego hasta Rumi Punco; CC-15 Aguilares-Los Sarmientos, 8 km (21/9/1912); CC-16 Concepción-Medinas, 12 km; CC-17 Río Chico-Santa Ana, 6 km; CC-18 24 de Septiembre-Yerba Buena (21-11-1910) y Arcadia-Gastona (30/10/1926) para carga.

- TESTIMONIOS.- "Yo solía lustrar en la estación. Siempre me las rebuscaba para conseguir leche y papa que quedaban esparcidas al cargarse", dijo Favio Reynoso; y su hermano Firmo Reynozo (sic) (foto del centro) contó que hacía changas en la estación y de jubilé del Santa Bárbara. En cambio la docente jubilada Andrea Lobo (foto arriba), evocó las confiterías de don Miguel Antonio Elías y de don Miguel Ramil y los bailes de carnaval de Sotelo.

Nuestra Señora del Rosario.


Casi cuatro décadas sin trenes
Entre trastos viejos, basura y abaldono luce el andén sur. En 1984 pasó el último carguero, por Río Chico. El lugar se clausuró en 1993.

La calle de los negocios de ropa
La Belgrano, desde la estación hacia el este. A lo largo de esta arteria están los puestos de venta de ropa que traen de La Salada y Bolivia.

Las vías se esfuman del lugar
La playa de maniobra fue invadida por las casas. De cuatro raíles que había sólo quedan partes del principal o al menos una vía.

Nuestra Señora del Rosario
Sobre San Martín, en un terreno donado por Javiera Pérez de Correa, está la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, patrona del lugar.



http://www.lagaceta.com.ar/nota/559080/modulos-habitacionales-casas-camuflan-tapiada-estacion-rio-chico.html

lunes, 2 de septiembre de 2013

Don Cipriano Valero y el tren de Alemanía

01.09.13

SALTA FREDI MINOLA.

En la columna anterior escribí sobre la vida que le daba la estación del ferrocarril a la zona norte de la ciudad, donde hoy funciona el Corredor de la Balcarce.

Alemanía.


Don Cipriano Valero sacó del baúl de los recuerdos su primer viaje a Cafayate, 1949, cuyo primer tramo se hacía en cochemotor hasta Alemanía, departamento de Guachipas.

Sobre ese lugar don Manuel José Castilla escribió: “Padre ya viene el tren de Alemanía,/ anúncialo tocando la campana,/ ponte la gorra, cierra la ventana/ que ya no hay nadie en la boletería”.

Según don Cipriano, en Alemanía hacían transbordo a un colectivo que manejaba un tal Herrero y que llegaba hasta Santa María, Catamarca.

“Madre ya viene el tren con su alegría/ y el crisantemo de humo que desgrana./ No sé por qué te siento más lejana/ cuando lo mira tu melancolía”.

Don Cipriano tira como idea que así como se reactivó el tren a Güemes, también lo podrían reactivar hasta Alemanía, iniciativa que, para él, sería un golazo.

“¡Oh, padre! adiós perdido entre los trenes/ nadie despide a nadie en los andenes/ donde no sé por qué yo siempre espero”.

Según Enrique Udaondo en su libro “Significado de la nomenclatura de las estaciones ferroviarias de la República Argentina”, de 1942, este ramal tendría que haber continuado hasta Cafayate. Los trenes del Ferrocarril Belgrano llegaron a la estación Alemanía hasta el año 1972, cuando se produjo la clausura del tramo desde la estación Cerrillos.

En una planilla de horarios quedó escrito que el tren partía de Salta a las 8.30 y su recorrido era: Ap., km 1.184, Ap. Campo Caseros, General Alvarado, Ap. Río Ancho, Cerrillos, La Merced, Apeadero Las Pircas, Doctor F. Zuviría, Chicoana, Osma, Coronel Moldes, 20 de Febrero, Castañares, Talapampa y Alemanía, donde llegaba a las 10.32. En esa misma planilla quedo grabado que el regreso era a las 5.53, con llegada a Salta a las 8.52.

“Nadie despide a nadie hasta que un día,/ en un remoto tren de Alemanía, / adolescente con ustedes muero”. Termina el soneto de don Manuel Castilla, y esta nueva columna.

http://www.eltribuno.info/salta/319039-Don-Cipriano-Valero-y-el-tren-de-Alemania.note.aspx